El Ford GT40, tiene una fascinante historia y es una leyenda en el mundo de las carreras Endurance y uno de los automóviles más icónicos de todos los tiempos.
Su historia comienza a principios de la década del ‘60 cuando HenryFord II, tuvo la visión de que la Ford Motor Company debería competir en las prestigiosas 24 Horas de Le Mans, que se celebran anualmente en Francia, mediante la compra de Ferrari.
Corría el año 1963, y a pesar de un principio de acuerdo, el trato fracasó en el último momento, lo que dejó a Henry Ford II furioso y decidido a vengarse de Enzo Ferrari en su propio terreno. Así, nació el proyecto GT40. La designación "GT" hacía referencia a "Gran Turismo" y el número
"40" representaba la altura del vehículo, que debía tener solo 40 pulgadas de altura por reglamento de Le Mans.
El desarrollo del Ford GT40 fue confiado al equipo británico de ingeniería y competición, Lola Cars, bajo la supervisión del diseñador Eric Broadley y la dirección deportiva de Carroll Shelby. El prototipo GT40 Mk I se presentó en 1964, y aunque mostró potencial, tuvo problemas de fiabilidad y rendimiento en las primeras ediciones.
En 1966, tras años de arduo desarrollo y mejoras, el Ford GT40Mk II finalmente alcanzó el éxito en las 24 Horas de Le Mans, logrando un impresionante triplete: los tres primeros lugares fueron ocupados por Ford. Esta histórica hazaña rompió la racha de Ferrari en Le Mans y estableció a Ford como una fuerza dominante en el automovilismo de resistencia.
El Ford GT40 continuó compitiendo durante los siguientes años, y aunque enfrentó duros desafíos de parte de rivales como Porsche y Ferrari, logró el triunfo en 1967, 1968 y 1969, consolidando su estatus de leyenda.
Tras su éxito en las pistas, el GT40 también tuvo sus versiones de calle en ediciones limitadas siendo altamente deseadas y hoy piezas de colección muy codiciadas. A lo largo de los años, el Ford GT40 ha sido actualizado con varias reinterpretaciones modernas.
DESARROLLO
El proyecto del GT40 comenzó en 1963 con un grupo de ingenieros y diseñadores liderados por Roy Lunn y John Wyer. Fue un proceso lleno de pasión, innovación y determinación, que
culminó en la creación de un automóvil que dejó una marca imborrable en la historia del automovilismo.
Ford sabía que para competir contra Ferrari, necesitaba un automóvil excepcional en términos de
aerodinámica, peso y rendimiento general. Para lograr esto, el equipo de diseño trabajó en estrecha colaboración con el equipo de competición de Ford y con el especialista en automovilismo británico, Eric Broadley de Lola Cars, que proporcionó el chasis del GT40 Mk I.
Uno de losprincipales desafíos fue la altura del automóvil, ya que la normativa de Le
Mans requería que los coches tuvieran una altura limitada a solo 40 pulgadas. Esto
llevó a un diseño bajo y aerodinámico, con líneas elegantes y afiladas que lo caracterizaron.
El equipo de diseño se esforzó por lograr una distribución óptima del peso y una aerodinámica
eficiente, lo que incluyó la integración de un gran alerón trasero para mejorar la carga aerodinámica y la estabilidad en altas velocidades.
En cuanto a la carrocería, se optó por una estructura monocasco con una carrocería de fibra de
vidrio para reducir el peso y mejorar la rigidez. Las puertas de tipo "alas de gaviota" permitían un acceso más fácil al habitáculo y se convirtieron en una característica distintiva del GT40.
El motor también jugó un papel crucial en el diseño. Se eligió el icónico motor V8 de Ford,
inicialmente con una capacidad de 4.2 litros, aunque luego se aumentó a 4.7 y finalmente a 7 litros.
A medida que avanzaba el desarrollo, el equipo de diseño realizó varias iteraciones y mejoras para
resolver problemas de fiabilidad y rendimiento que surgieron en las primeras pruebas. Con cada evolución, el GT40 se volvió más rápido, manejable y confiable, lo que finalmente se tradujo en sus históricas victorias en Le Mans.
EL ROL DE CARROLL SHELBY
Carroll Shelby desempeñó un papel fundamental en el desarrollo y éxito del Ford GT40. Su presencia e influencia fueron de gran importancia para transformar el GT40 en un automóvil
de carreras ganador. En la década del ´60, era un destacado piloto de carreras y ya había logrado un éxito significativo en el automovilismo. Sin embargo, una afección cardíaca lo obligó a retirarse. No obstante, su pasión por los autos y su conocimiento técnico lo llevaron a convertirse en un exitoso constructor y diseñador de automóviles. Cuando Ford decidió competir en Le Mans, recurrió a Carroll Shelby para liderar su programa de carreras. Su experiencia en la pista, así como su experiencia como constructor y diseñador de autos, lo convirtieron en la elección perfecta para llevar adelante el ambicioso proyecto del GT40. Shelby asumió el papel de director del equipo de
competición y trabajó estrechamente con los ingenieros y diseñadores para mejorar el GT40 y hacerlo más competitivo. Comprendió las necesidades y deseos de los pilotos, incluido Ken Miles, y pudo traducir esa retroalimentación en mejoras técnicas que hicieron que el GT40 fuera más rápido y confiable en la pista. Además, Shelby fue fundamental en la selección de los
pilotos adecuados para el equipo. Eligió a hombres como Ken Miles, Bruce McLaren, Chris Amon y Dan Gurney, entre otros, para llevar el GT40 a la victoria.
El GT40 tuvo una rápida evolución, pero este logro sin precedentes fue el resultado de un esfuerzo en equipo y de sus dotes de liderazgo. La victoria en Le Mans de 1966 marcó un hito en la historia del automovilismo y una de las victorias más importantes para Ford en el mundo de las carreras de resistencia. Carroll Shelby se convirtió en una leyenda en la industria del automóvil, y su nombre quedó asociado no solo con el éxito del GT40, sino también con otros icónicos modelos como el Shelby Cobra y el Shelby Mustang. El legado de Carroll Shelby y su contribución al desarrollo del Ford GT40 perdura hasta nuestros días, y su espíritu de competición y pasión por los
automóviles continúan inspirando a generaciones de entusiastas y amantes del automovilismo.
EL GT40 EN LE MANS
El debut del GT40 en Le Mans ocurrió en 1964 y no logró alcanzar el éxito deseado por problemas
mecánicos de fiabilidad.
Pero en 1966, todo cambió. Ford había invertido enormes recursos y esfuerzos en el desarrollo del GT40 Mk II, que se presentó como un coche mucho más evolucionado. El resultado fue una
actuación aplastante y una victoria memorable. Los GT40 Mk II ocuparon las tres
primeras posiciones de la clasificación general.
La victoria de Ford en 1966 fue un momento histórico, ya que rompió la hegemonía de Ferrari en Le Mans y estableció a Ford como una fuerza dominante en el automovilismo de resistencia.
El GT40 Mk II demostró ser rápido, confiable y capaz de mantener un ritmo implacable durante toda la carrera, superando a los rivales más fuertes.
El éxito del GT40 no se detuvo allí. En los años siguientes, continuó demostrando su valor. En 1967, el GT40 Mk IV obtuvo otra victoria en Le Mans, y en 1968 y 1969, el GT40 Mk I logró dos
victorias consecutivas en la carrera, completando un increíble ciclo de cuatro victorias seguidas para Ford.
El GT40 dejó una huella indeleble en la historia de Le Mans y se convirtió en un ícono del automovilismo. Su dominio en la década del ´60 sigue siendo recordado como uno de los capítulos más emocionantes en la historia de las carreras de resistencia.
FORD VS FERRARI O FORD VS KEN MILES?
La historia de Ken Miles en Le Mans es una de las más fascinantes y emotivas en la historia del automovilismo. Nacido el 1 de noviembre de 1918 en Inglaterra, fue un piloto e ingeniero de automóviles con una habilidad excepcional al volante y un profundo conocimiento técnico.
En la década del ´60, Ken Miles se convirtió en uno de los pilotos más destacados en el programa de carreras de Ford y desempeñó un papel crucial en el desarrollo y éxito del Ford GT40. Su
relación con el GT40 y las 24 Horas de Le Mans comenzó desde los primeros días
del programa.
En la carrera de 1965, Ken Miles participó en Le Mans con el Ford GT40 Mk II junto a Bruce McLaren. Aunque tuvieron un buen desempeño, sufrieron problemas mecánicos que los obligaron a retirarse de la competición. A pesar de esto, Miles demostró su talento y habilidad al volante, lo que reforzó su estatus como un piloto de primera categoría.
Sin embargo, fue en 1966 cuando alcanzó la cúspide de su carrera. Ese año, Ford estaba decidido a vencer a Ferrari en su propio terreno, y Miles fue designado como uno de los pilotos principales para el equipo junto a Denny Hulme.
La carrera de 1966 fue histórica para Ford, ya que lograron un impresionante triplete con los GT40 ocupando las tres primeras posiciones en la clasificación general. Sin embargo, a pesar de
la victoria, hubo una controversia al cruzar la línea de llegada. Se había ordenado a los dos primeros GT40 que cruzaran la línea de llegada juntos, pero las regulaciones de Le Mans indicaban que el coche que hubiera cubierto más distancia en las 24 horas sería declarado ganador en caso de un empate.
Aparentemente, Ken Miles y Denny Hulme hubieran sido los ganadores, pero al cumplir con la orden de equipo, terminaron en segundo lugar detrás de Bruce McLaren y Chris Amon.
Esta decisión dejó a Miles profundamente decepcionado, pero su talento y pasión por las carreras no se vieron afectados. Continuó corriendo y desarrollando autos para Ford, y ese mismo año, ganó las 24 Horas de Daytona y las de Sebring.
Trágicamente, ese mismo año, Miles perdió la vida en un accidente mientras probaba un prototipo del Ford J-car en el circuito de Riverside. Su prematura muerte dejó un vacío en el mundo del automovilismo, pero su legado como un piloto excepcional y una parte importante de la historia
del Ford GT40 y las 24 Horas de Le Mans perdura hasta el día de hoy. Su historia fue llevada al cine en la película "Ford vs Ferrari", que honró su pasión y dedicación a las carreras y su papel en la legendaria victoria de Ford en Le Mans.
Este es el poster que diseñé, para la Serie Le Mans del Ford GT40 y que está disponible en la tienda