“Ladies aaaaaaaaand gentlemans, let's get ready to rumble!!
Los autos clásicos se han convertido desde los 2000 en un refugio de valor en las principales plazas del mundo comparable al arte o los relojes de alta gama. ¿Pero de qué tipo de auto hablamos, en qué condiciones y países?
Para empezar digamos que tienen que ser modelos que en USA y Europa se vean en subastas, ya que éstas certifican una evolución real y pública de su valor. Sobre la condiciones, tomé los valores de autos en excelentes condiciones (los “buenos” pueden ser una caja de Pandora y los de “exhibición” haberse pasado y estar sobre restaurados). Y los números los saqué de los informes de valuación de Hagerty, una de las principales aseguradoras de clásicos del mundo.
Para los efectos de esta evaluación, tomé 2 deportivos europeos de la década del ‘70 bien conocidos en nuestro medio y que no es necesario “encontrarles el novio” ya que tienen buen nivel de liquidez, porque son autos que los puede querer alguien “del palo” o un simple fan. Por lo tanto tienen una base de potenciales compradores superior a muchos otro modelos.
Hace 10 años...
Viajemos al 2010, estoy en el Caesar Palace de Las Vegas, acaba de sonar The Killers, me fue bien en el Casino y tengo en el bolsillo U$S 58.000.-
Me voy a comer cangrejo a los de Joe´s y digo: “Voy a hacer otra apuesta, pero no en las mesas. Voy a comprar un clásico, que me permita volver en 10 años y haber ganado plata” cuando de repente me parece escuchar:
“Ladies aaaaaaaaand gentlemans, let's get ready to rumble!! De este lado del cuadrilátero está el Porsche 911 T coupé del ´73 y en la esquina opuesta, el Mercedes Benz 280 SL del ’71”.
Sí. Así. Mitad en inglés y mitad en español. La fantasía del subconsciente en la era previa al traductor de Google.
Pido la cuenta. Dos platos de Medium Florida Stone Crab Claws regados con una botella de Prosecco Giuliana (TI) U$S 273.- Ya me quedan U$S 57.727.-
Influenciado por la sugerencia de Michael Buffer -y la cuenta- me dispongo a comparar las ofertas.
El T de fines del ’73 era interesante porque ya traía la inyección Bosch K-Jetronic, y es un deportivo usable, sin lujos y no era el buscado para las pistas como el S, por lo tanto no debería estar CAP (cagado a palos). La Mercedes mas potente y lujosa, tenía el tema del doble techo DQ (doble quilombo). Y al mirar los precios, una pagoda sale el doble.
Decidido por el 911, consigo una en excelente condición por U$S 32.000.- lo que me permitía hacer una apuesta mas conservadora y quedarme con liquidez.
10 años después…
Con canas y barbijo camino por LAX llevando por todo equipaje una carry-on y una campera de cuero. En el estacionamiento del aeropuerto está el 911 T del ’73 color naranja, que compré hace 10 años. Estamos en un soleado dia californiano de noviembre del 2020.
La 101 hacia Santa Bárbara está un poco pesada hasta la 405, pero el resto del viaje hasta Monterrey fue un sueño.
Cuatro horas después llegaba a una casa sobre Ocean View Blvd, sobre la misma bahía que una vez vio desembarcar al Almirante Bouchard 200 años antes. El nuevo propietario del 911 me estaba esperando. Se lo había vendido en U$S 69.000.- dejándome una ganancia del 115%
Ya arriba del Uber X que me llevaría a SFO, recordé el sueño diurno donde Michael Buffer que me decía que escogiera entre el 911 y la Pagoda y quise saber cómo me hubiese ido con la SL. Entro en la página de Hagerty y busco a cuanto cotizaba en el 2010: U$S 57.000.- y el precio actual era de U$S 103.000.- un rendimiento del 80%. Había apostado por el ganador.
“21.5% anual en dólares, me fue mucho mejor que al Almirante, pensé”.
Fuente: www.hagerty.com